Pocas mujeres
levantan tantas pasiones como Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón, quien
dejó un legado de moda folclórica por los vestidos llamativos que llevaba, los
cuales estaban compuestos por faldas amplias y blusas largas, siempre
acompañando su vestuario con accesorios grandes y coloridos.
Al hablar de Frida lo primero que piensas es en el color, pues siempre vestía de combinaciones de
distintos matices sin importar si se trataba de primavera o de invierno, estos
colores los combinaba con labios de color rojo carmín, morados, naranja o
cualquier otro color que le inspirara usar.
Inmersa en faldas
indígenas, coronas de flores, cejas unidas, coloridas blusas y joyería
voluminosa, Frida Kahlo revolucionó la moda, desobedeciendo a todos los
prototipos de feminidad que existían en su época.
Los colores y
bordados indígenas eran elementos indispensables en la vestimenta de Frida, siempre
compuesta de rebozos, faldas, blusas, vestidos, mantos, medias, listones,
flores, siempre combinaciones coloridas y con holanes.
De acuerdo a
expertos, Frida Kahlo marcó tendencia porque en la época viajaba a ciudades
como París o Nueva York, donde las mujeres eran más recatadas y serias, por lo
que Frida siempre opacaba a las demás con su particular estilo, robaba miradas
por marcar tendencia en la moda.
Asimismo Frida
siempre vestía inspirada en la moda folclórica mexicana con hermosos bordados
florales y étnicos. Esta pintora siempre fue muy adelantada a su tiempo, no
solamente por su manera de pensar y de vivir, sino porque también fue
precursora de la moda étnica, mostrando al mundo su fascinación por la moda de
las tribus indígenas mesoamericanas.
La corona de
trenzas que regularmente utilizaba Frida Kahlo es un peinado icónico que la
inmortalizó, pues siempre iba acompañada de listones de colores llamativos y
tocados de flores naturales de temporada, desde grandes rosas hasta girasoles,
este elemento natural que significativamente le daba más vida y presencia a su
vestuario.
Collares, pulseras,
anillos, aretes, diademas y tocados eran utilizados al mismo tiempo por Frida
Kahlo, y entre más grandes mejor, pues gustaba de vestir extravagantes joyerías
como maxi collares llenos de color, tanto de metal como tejidos y bordados haciendo
conjunto con grandes aretes.
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